Mundos paralelos

            

               En el mundo hay muchas personas que creen que existe algo más además de nosotros  residiendo en el universo. ¿Qué es eso? Nadie podría afirmarlo con certeza o comprobarlo científicamente, todavía. Pero quien se dispone a creer que en la inmensidad del infinito sólo habitamos los seres terrestres podría estar pecando de egocentrismo.  El planeta Tierra es apenas un minúsculo lugar en la enormidad del espacio. ¿Qué nos haría creer que somos los únicos y que en otro sitio no se pudo haber desarrollado la vida también?

                La película Matrix nos muestra un mundo paralelo. Una realidad nueva, difícil de creer y distinta a la que vemos todos los días. “La única verdad es la realidad”, dijo hace milenios Aristóteles, una frase que luego fue repetida hasta el cansancio por el ex presidente Juan Domingo Perón.  Pero dicha expresión puede funcionar como disparador de distintas discusiones. ¿Qué es real y qué irreal? ¿Es real nada más lo que conocemos?

                Walter Graziano escribió un excelente libro el cual tituló Nadie vio Matrix. La obra cuenta muchos tejes y manejes de los grandes clanes familiares estadounidenses y británicos y de que manera, éstos manipulan el mundo. Cosas que suceden en nuestro planeta pero que no pertenecen a nuestra realidad. Por lo menos hasta que se lee o se ve algo acerca del tema. El escritor califica de auto atentado lo ocurrido en las Torres Gemelas en el año 2001, muestra un lado misterioso con respecto al atentado en Atocha en el año 2004 y otros temas que fueron sumamente relevantes en la historia de la humanidad.  Para gran parte de la población mundial, lo de las Torres Gemelas fue un hecho meramente terrorista y esa es la realidad con la que conviven. Pero ¿Es eso la realidad?

                Por lo tanto, cada ser vivo tiene su propia realidad. La alegoría de la caverna de Platón, filósofo griego, nos muestra a un grupo de seres humanos viviendo en una cueva, en medio de sombras.  Sin conocer el mundo exterior, ellos creen que la realidad es esa. Residen en ella, y no conocen lo que ocurre más allá de la caverna. Pero un día, uno del grupo decide salir. Los demás no quieren ir con él, no desean que les arranquen su realidad, y hasta serían capaces de matar al que ose hacerlo.  Platón nombra a la caverna como si fuese el planeta Tierra. Para el pensador el mayor momento de libertad eran momentos de esclavitud. El hombre, según el filósofo, es prisionero de la cultura, la civilización o la religión.

                Pero todo ocurre por algo que nunca vimos, nunca tocamos ni nunca oímos, pero que de alguna manera sentimos: La Fe. Esto, que va de la mano de la confianza, es lo que mantuvo vivo por miles de años a las creencias religiosas. A pesar de que tanto la ciencia como los ateos han intentado desenmascarar a la iglesia en varias ocasiones, ésta se defendió de todos los ataques recibidos y se conservó con el paso del tiempo.

                En el documental Zeitgeist hay un capítulo que habla de las similitudes que existen entre las distintas religiones. Un intento de revelar al mundo los secretos más preciados de la Iglesia. Algo similar intentó Dan Brown cuando escribió el Codigo Da Vinci. Pero el clero siempre se mantiene con vida,y mientras haya vida, habrá fe. Mientras haya fe habrá religión.