jueves, 24 de noviembre de 2011

Iglesia-dictadura, una relación cambiante

Angelelli siempre ayudó a los mas carenciados
Rafael Videla, Luciano Benjamín Menéndez y Albano Harguindeguy fueron procesados por el asesinato del obispo de La Rioja, Enrique Angelelli, en un accidente automovilístico en 1976. La acusación es porque el magistrado cree que la muerte del monseñor fue provocada y que la cúpula militar es la responsable. A continuación hablaremos de cómo cambió la relación Iglesia-dictadura y el papel que cumplió el clero en aquellos años.
Desde comienzos de la década de 1960, un aire renovador había recorrido a la Iglesia latinoamericana. El concilio Vaticano II, y la Conferencia de Medellín (1968) dan muestras de que la Iglesia, una parte, intentaba acercarse a los más necesitados, con una preocupación mayor por las tareas sociales.
 En la Argentina la situación interna era cada vez más combativa. A fines de la década del 60 el enfrentamiento entre la jerarquía y una parte de los religiosos había cobrado forma y estado público. En enero de 1968, la quiebra iba a ser irreversible. Doscientos setenta sacerdotes firmaron una declaración pública y convocaron a un encuentro nacional que sentó las bases del Movimiento de Sacerdotes del Tercer Mundo (M.S.T.M.).
El golpe de Estado del 24 de marzo de 1976 descolocó profundamente a toda la clase eclesiástica. La incertidumbre fue tal que muchos no sabían cómo actuar. La jerarquía eclesiástica decidió por callar, aprobó la asociación que en sus expresiones públicas los militares hacían entre terrorismo de Estado y virtudes cristianas y hasta permitió que algunos de sus miembros participaran en ella, según denunció y probó la CONADEP.
Por otro lado se alzaban algunas voces. Pocas pero algunas, que a medida de que la dictadura perdía solidez se volvieron más numerosas. La elección de Juan Pablo II como nuevo papa y la corriente innovadora que con él venía, también distanciaron a la Iglesia con la dictadura militar. El clero comenzó a tratar de reconstruir el vínculo entre Iglesia y trabajadores. En 1979 el Arzobispado constituyó el equipo de pastoral social y estrechó relaciones con sindicalistas como Ubaldini.
El documento “Iglesia y comunidad nacional”, de 1981, afirmó los principios republicanos, indicó la opción de la Iglesia por la democracia, su apartamiento del régimen militar y su aprobación de los crecientes reclamos de la sociedad. La cúpula eclesiástica sabía que la dictadura tarde o temprano caería y no quería estar de su lado cuando eso pasase.

La historia de mi barrio

Amelia llegó a Villa Ortúzar en 1940
              Amelia Pepino, mujer de 82 años, cuando habla nos transporta al pasado. Aquel pasado del almacén, las puertas de las casas abiertas, los niños revoloteando en la calle y el tranvía. Desde 1940 que Amelia vive en Villa Ortúzar emigrada de Venado Tuerto, provincia de Santa Fe. Intrigado por el pasado de éste, la entrevisté para que cuente cómo era en aquellos años mi barrio y mi país.
¿A qué edad te viniste?
Yo me vine para empezar sexto grado. Yo no se porque no me anotaron en una escuela por acá. Yo hice sexto grado en una escuela de Villa del Padre. Cerca de la familia de los Boscaglia, una familia amiga que ahora están en Mar del Plata. Yo me quedaba todo el fin de semana allá porque en esa época no viajábamos en colectivo. Las cuadras eran de tierra. En esa época había poca edificación.
¿Cómo era el Villa Ortúzar con el que te encontraste cuando llegaste de Venado Tuerto?
Y lo que me acuerdo, y hoy en día se mantiene, es que había cualquier cantidad de fábricas. Todas las chicas trabajaban en una fábrica. Estaba la algodonera, la Sudantek, una fábrica textil. Siempre fue un barrio con mucha presencia de fábricas.
¿Por qué vinieron a Buenos Aires?
Mi para era carnicero allá en Venado. Era una de las carnicerías más importante que había allá. Tenía dos cortadores. Tenía una clientela bárbara pero todo con libreta, vino la malaria y no pudo cobrar casi nada.
¿Antes era muy común esto de fiar?
Mi papa, cuando estábamos en el campo, se compró un coche. Y ahí en Venado Tuerto había Ramos Generales, que venden todo. Estaba en una esquina y abarcaba media cuadra para acá y media cuadra para allá. Y se compró un coche ahí. ¿Sabes cómo lo pagó? Se lo anotaron en la libreta con la mercadería, porque él se llevaba mucha mercadería de ahí. Entonces cuando pagaba todos los meses pagaba, la mercadería y una cuota del auto.
Eso tiene que ver un poco con algunos valores que se perdieron en el tiempo y la desconfianza que hay entre los seres humanos.
Y escúchame, antes te prestaban plata, o vos prestabas y sabías que esa plata volvía. Ahora si no haces papeles y firmás y que se yo, te cagan. Era distinta la vida, que querés que te diga. No es porque uno haya sido de esa época. Ahora tendrán cosas mejores también. Pero antes salíamos a jugar a la noche, en la esquina, abajo del farol, andar en bicicletas hasta las 12 de la noche, un grupo de chicas.
¿Qué cosas te acordás que pasaban en el barrio que hoy ya no?
Y son esas costumbres que se perdieron, que ya no se hacen más. En esa época, estamos hablando de la década del 40, pasaba un hombre caminando por la calle con una vaca y si uno quería comprar lo paraba y el hombre ordeñaba a la vaca. Después, a la leche, la pasteurizaba uno una la casa, hirviéndola.
¿A qué edad empezaste a trabajar?
A los 14 años yo empecé a trabajar porque no quise estudiar. A mí me dieron a elegir y trabajábamos todos. Menos mi mama.
Antes era más normal que la mujer se quede en la casa
Y cómo iba a trabajar mi mama. Éramos cinco, estábamos todos solteros. Quién hacía la comida, quién limpiaba, quién se encargaba de la casa.
Bueno pero hoy en día, aunque tenga cuatro hijos, si la mujer tiene que salir a trabajar, tiene que salir a trabajar.
A mí me gustaba estar en mi casa. Si a mí me hubieran dado a elegir, yo elegía estar en mi casa. Lo hacía con gusto, con amor. Cuando yo me casé, mi marido quiso que dejara de trabajar y yo dejé. Era algo común, el hombre trabajaba y la mujer se encargaba de los quehaceres de la casa. No sé si serán costumbres, pero eso ya se perdió, hoy en día la mujer tomó un rol más protagónico en la vida.
¿Cómo era tu trabajo en esa época?
 Yo trabajaba en una perfumería, donde envasábamos, tapábamos, envolvíamos, metíamos en caja, cada una tenía su tarea. Había una cinta larga que empezaba donde estaban las maquinas que envasaban, después iban a otra máquina que se le ponía el remache, después seguían por la cinta que iban a las que tapaban el frasco, las que limpiaban, yo estaba en la parte a veces de envasadora y a veces de etiquetadora. Y después estaban las que envolvían y ya pasaban a las cajas. Seis botellas en cada caja.
¿Se hablaba de inseguridad?
Nada. No solamente en el barrio, no pasaba nada. Nosotros acá, teníamos dos entradas. La puerta que daba a la calle y, al lado, la puerta que daba al pasillo. Siempre entrábamos y salíamos por el pasillo. Esa puerta que daba a la calle del pasillo, nunca se cerró. Pero no solamente cerrarla sin llaves. La agarrábamos con un ganchito apoyada contra la pared para que el viento no la golpee. Y jamás entró nadie a robar. Y teníamos un tapial bajo en el pasillo, y sin embargo nunca nadie entró. En el verano dormíamos con todo abierto. Todas las persianas y las puertas que daban al patio abierto.
¿Qué se hacía los fines de semana?
Ir al cine, ir a bailar. Al club Sporting venían las orquestas típicas y las de jazz. Media hora cada una en vivo. Y yo tendría 13, 14 años. Íbamos todos.
¿Tuviste la oportunidad de ver a cantores reconocidos?
Lo vi a Alberto Castillo, Enrique Campos que cantaba con la orquesta de Ricardo Tanturi, a Pugliese con Chanel y Moran, a Troilo con Marino y Florentino, a De Angelis, que era mi locura, con Julio Martel. Vi a algunos, a mí siempre me encantó el tango, siempre fui tanguera.

miércoles, 23 de noviembre de 2011

Efemérides: El terremoto de Caucete

El terremoto arrasó con lo que encontró en su camino
               El 23 de noviembre de 1977, un terremoto arrasó con la ciudad de Caucete, San Juan. La localidad quedó asolada y la sacudida dejó un saldo de 65 muertos y 285 heridos. El temblor, que también afectó al norte mendocino, marcó una magnitud de 7,5 en la escala de Richter, y depuso de sus hogares a 40.000 personas aproximadamente.
                Según la Estación Sismológica Coronel Fontana del Instituto Nacional de Prevención Sísmica (INPRES), el reloj marcaba las 6:26 cuando se comenzó a registrar el sismo. Éste fue de gran duración, ya que permaneció intensamente durante 55 segundos. El hecho destruyó casas y edificios a lo largo de toda la provincia cuyana.
La licuefacción del suelo fue característico
                 La gran extensión es otra de las características más notables que tuvo este fenómeno.  El estremecimiento se sintió en 1.800.000 kilómetros cuadrados. Según el informe Preliminar del INPRES, este terremoto alcanzó una extensa zona a pesar de que la intensidad del movimiento no fue tan fuerte como en el epicentro del sismo.
                Otro de los puntos particulares que tuvo el hecho fue la extensa área de licuefacción del suelo. Esto sucede cuando el suelo deja el estado sólido en el que se encuentra y pasa a un estado líquido pesado. Se pueden observar amplias zonas que sufrieron dicho proceso. Los efectos mas dramáticos de la licuefacción se registraron en la ciudad de Caucete, ubicada a 70km del epicentro. Muchos hogares se vieron afectos por este suceso. Hay zonas en las cuales el hundimiento del suelo, producto de la licuefacción, llegó a medir un metro.

martes, 22 de noviembre de 2011

El gran Ástor

Piazzolla dejó un legado imborrable en el mundo
Si bien, no modificó la historia política del país, su vida transformó uno de los aspectos más concretos del argentino. El tango, un estilo de vida para muchos, es uno de las características y fenómenos culturales más apegados a nuestra sociedad. A pesar de que el nacimiento del 2x4 fue varios años más atrás que el inicio de Ástor Piazzolla como artista, éste marcó un antes y un después en la historia del tango argentino y mundial.
En 1921, con el mundo de la posguerra, la URSS todavía convulsionada y con Jorge Luis Borges regresando al país, nació Ástor Piazzolla. “Nací en Mar del Plata, crecí en Nueva York, encontré mi camino en París, pero cada vez que subo a un escenario la gente sabe que voy a tocar música de Buenos Aires”, explicaba el músico como carta de presentación.
Piazzolla creció bajo una educación muy estricta, y su primer bandoneón, de segunda mano y que costó 18 dólares, fue un regalo de su padre por sus logros. Comenzaba la carrera de Ástor, quien en ese momento ya se encontraba en la ciudad neoyorquina. Se presume que sus padres decidieron instalarse en Estados Unidos cuando Piazzolla tenía cuatro años.
Con apenas diez años, Ástor actuó por primera vez en la Radio Recording Studio de Nueva York con la artista Marionete Spagnol, grabando un acetato no comercial. En diciembre de 1933, tendrá su primer encuentro con Carlos Gardel, cuando éste viajó a Nueva York para firmar un contrato por cuatro películas. El joven Piazzolla fue a entregarle a Gardel, un regalo de parte de su padre, gran admirador del Zorzal.
A pesar de que Ástor era todavía un chico, se hizo muy amigo de Gardel. Hasta actuó de “canillita” en la película que consagraría al gran cantor argentino: El día que me quieras. El joven recibió 25 dólares por su papel. También, cuenta la historia, que Carlitos cuando lo escuchó por primera vez a Piazzolla le dijo: “¡Mirá, pibe, el fueye lo tocás fenómeno, pero el tango lo tocás como un gallego!”.
Un joven Piazzolla haciendo de canillita junto a Carlos Gardel
Con sólo 18 años y ya viviendo en Mar del Plata, recibió la invitación de Aníbal Troilo para integrar como bandoneonista su orquesta. Ástor comenzó a conocer el ambiente del tango, más que nada en el cabaret Tibidabo, propiedad de Troilo. Allí empezó a compartir mesas con Enrique Santos Discépolo, Homero Manzi y Enrique Cadícamo, tres leyendas del tango. “Yo era, al principio, uno de los tantos bandoneones que tenía Troilo en su orquesta, pero quería ser el primero y llegué a serlo. El Gordo confiaba en mí”, comentó Ástor una vez y que su hija, Diana Piazzolla transcribió en su libro, Ástor.
El aire renovador del brillante compositor comenzó cuando en 1944, deja la orquesta de Troilo y comienza a dirigir a la que debía acompañar al cantor Francisco Fiorentino. En aquellos años, Piazzolla ya manifestaba características de un músico único. “Piazzolla no es tango”, decían algunos detractores del intérprete. Pero al final, grandes compositores y el mundo del tango todo, lo reconoció como uno de los personajes más influyentes de la música argentina.
En 1959 muere Vicente Piazzolla, su padre. Esto marcó profundamente al artista, quien luego compuso “Adiós, Nonino”, sino el más, uno de los temas más emocionantes de su repertorio. Esta obra es la recomposición de “Nonino” que había compuesto en París en 1954. En aquellos compases, Ástor inmortalizó la gran pérdida que le dejó la muerte de su padre.
En 1965 se dará el encuentro entre dos de los personajes más importantes de nuestra historia. En ese año, se graba El Tango, un trabajo que incluía textos de Jorge Luis Borges y que Piazzolla musicalizó.

Borges y Piazzolla en una de las tantas charlas que mantuvieron
Cuenta la historia que Atahualpa Yupanqui y Piazzolla se encontraron en la casa de un amigo en común, en Paris. Allí, durante la cena, Don Ata relató la historia de cómo se conocieron sus padres. Ástor, quien había escuchado la narración en silencio, le propuso a Yupanqui que la escriba y que él le iba a poner música. Días después, llegó la creación del tema “Campo, camino y amor”, producto de aquella charla entre ambos.
Debido a su permanencia en el exterior, Piazzolla era visto con cierto resquemor por alguna parte de la sociedad argentina, cerrada a todo lo que venía “de afuera”. Pero Ástor supo sortear esos obstáculos y se instaló en la cima del tango. “Yo hice una revolución en el tango, rompí viejos moldes, por eso me atacaron y tuve que defenderme. Pero lo que nadie me puede negar es mi origen; tengo el tango marcado en el orillo”, declaró el inolvidable músico, quien modificó para siempre la música argentina. Un gran artista, siempre fiel a su estilo, sin traicionar sus convicciones, hizo llorar, reír, disfrutar, bailar a millones de argentinos, debido al don con el que nació.

domingo, 20 de noviembre de 2011

Las pesadas injusticias de siempre

         
         George Orwell, en su libro 1984, describe algunos puntos de la realidad con la que convivimos. Una realidad no tan explícita, pero igual de eficiente. Muchos catalogan al texto como una parodia, pero no lo es. Es una reproducción de los asuntos cotidianos que soportamos con asiduidad.  El Ministerio del Amor, de la Verdad, de la Paz y de la Abundancia que Orwell describe en su texto, no son más que un fiel reflejo de los estados totalitarios que tuvieron su lugar en el planeta y que aún permanecen, aunque no tan expuestos.
         El mundo se está rebelando contra dicho sistema, impuesto solamente para el bien de pocos y el llanto de muchos. Los “indignados” que invadieron las plazas españolas, los ocupantes de Wall Streets, la primavera árabe, la lucha por la educación gratuita en Chile y otros hechos más, son la manifestación más explícita de que el ser humano está cansado del sistema político, económico y social que plantean los hombres poderosos.
        Es un momento cambiante en el planeta. Nadie sabe lo que se vendrá. Las grandes economías caen como plumas y el egoísmo entre los distintos países se ve con claridad en las reuniones diplomáticas. Las crisis griega e italiana generaron una gran ruptura en las relaciones europeas y el valor del euro corre un peligro inminente. Los mandatarios no encuentran salidas rápidas y eficaces y el pueblo reniega de la clase dirigente que lo único que hace es pensar en su propio bienestar. Ante este panorama, los que pierden son los mismos de siempre: el pueblo. Los políticos solo presionan para acallar a la población y mantenerla en un estado entumecido.
      Los encargados de llevar al mundo a un lugar más estable, lo único que hacen es intentar adormecer a la población, para así regocijarse con el dolor ajeno. Con el afán de enriquecerse, han creado un sistema que obliga al hombre a vivir en permanente agitación. Sin tiempo para detenerse y pensar lo que está sucediendo de verdad. ¿Cómo, con el rico mundo que tenemos, con suficiente comida para todos, hay millones de personas que mueren de hambre? ¿Cómo ante el sufrimiento despiadado del  ajeno no acudimos a su ayuda?
Dibujo de la Standard Oil y sus garras

     Habitualmente vemos hablar de cifras asombrosas de dinero sin ningún tipo de miramientos, mientras que en Kenya o Somalia hay cientos de miles de niños en riesgo de morir de desnutrición y enfermedades, según declaro UNICEF en su informe sobre la crisis en el Cuerno de África. En la zona, la cifra de necesitados supera los 13 millones. Más cerca aun, Haití. En el país americano, no menos de 300.000 niños padecen desnutrición crónica y la mitad de las muertes infantiles está provocada por el hambre. Haití está incluido en el programa del Fondo Monetario Internacional y del Banco Mundial para los Países en vías de desarrollo altamente endeudados. “Altamente endeudados”. Un país que no tiene para darle de comer a más de la mitad de su población. Que cruel ironía. Más cerca aun, Argentina. Si bien nuestro país no está entre los que mayor tasa de desnutrición tiene, hay casos de mortalidad infantil a causa de la falta de alimentos. A principios de este año, la Cooperadora para la Nutrición Infantil (Conin) anunció que 260.000 chicos menores de cinco años sufren algún grado de desnutrición en la Argentina. Por lo general, los pueblos originarios son los más carenciados.
El sistema prefiere mirar hacia otro lado ante estos asuntos
       Que no me digan que este sistema no es tan cruel como un totalitarismo. No se conforma con destruir millones de vidas, sino que también deteriora constantemente al planeta. Con sus grandes empresas, adueñándose de la naturaleza y no incorporándose a ella, ha devastado todo lo que tuvo a su alcance.
       El robo de valores también es un crimen y es lo que hizo este sistema. Los distorsionó a su favor. Impuso un estilo de vida en el cual el dinero es el factor más importante. Con sus atentados, sus guerras, sus invasiones, sus dictaduras, sus hambrunas, sus injusticias ha manipulado y llevado a la población mundial al lugar que deseaban. Los clanes familiares, dueños de empresas multinacionales, políticos, banqueros manejan los hilos del mundo y deciden el futuro de millones de personas. El único fin: generar más poder cueste lo que cueste. Por eso lo comparo con el gran libro de George Orwell. Porque al igual que el sistema implementado por el escritor, este también le ha hecho mucho mal al ser humano. 

sábado, 19 de noviembre de 2011

Facebook y sindicalismo

Transitando Facebook, me encontré con un usuario poco común. El nombre que lleva es Augusto Timoteo Vandor, ex líder sindicalista asesinado por Montoneros en 1969. El usuario, además tener una foto de Vandor en el perfil, opina en su muro sobre situaciones que ocurren hoy  e intenta reflejar cuál sería la mirada del Lobo sobre estos hechos. Por eso, decidí hacer un recorrido sobre cómo este hombre cambió al sindicalismo y a su forma actuar por aquellos años convulsionados.
El peronismo había sido el gran impulsor del sindicalismo. El trabajador contaba con beneficios que no había tenido nunca y el Estado benefactor mantenía el orden a pesar de pequeñas protestas aisladas. El gobierno militar que derrocó a Perón en 1955, encabezado por el general Eduardo Lonardi, quien dijo que no había ni vencedores ni vencidos, procuró establecer acuerdos con las principales fuerzas que habían sostenido a Perón, particularmente los sindicalistas.
A las palabras se las llevo el viento y dos meses después Lonardi era depuesto. El general Pedro Eugenio Aramburu ocupó su lugar. Los empresarios coincidían en que debían modificar el estatus logrado por los trabajadores. Esto implicaba restringir el poder de los sindicalistas, recortar los ingresos y recuperar la autoridad patronal.
Aramburu tenía como objetivo desmantelar el aparato peronista. Intervino la CGT y los sindicatos, puestos a cargo de oficiales de las Fuerzas Armadas. Dirigentes políticos y sindicales fueron detenidos y proscriptos políticamente. Expatriado el peronismo, el cúmulo de trabajadores realizaba marchas o huelgas, más a menudo en 1957. Allí, se creó una nueva generación sindical, más dura y acostumbrada a la violencia represiva del Estado. Ante la ausencia de Perón, estas organizaciones sindicales fueron la “columna vertebral” del movimiento.
El gobierno de Frondizi (1958-1962) y el Plan de Estabilización que lanzó su ministro de Economía, el ingeniero Álvaro Alsogaray, que congeló los salarios y trajo una desocupación generalizada, entre otras cosas, provocó una ruptura en la frágil relación con el sindicalismo. La dura represión practicada por el gobierno puso en pie de guerra a la masa trabajadora.
En los sindicatos se consolidaba un nuevo tipo de dirección, más interesada en las complejas estructuras sindicales que en los hechos cotidianos. A veces llegando al matonismo. Augusto Vandor, jefe del sindicato metalúrgico, fue la figura principal de esta nueva burocracia sindical, con paros generales duros de palabra pero escasamente combativos y negociaciones permanentes.
Vandor propuso un peronismo sin Perón
El gobierno de Illia (1962-1966) también tuvo enfrentamientos con el sindicalismo. El gobierno se había propuesto controlar a los dirigentes sindicales. Para eso propuso aplicar la Ley de Asociaciones.  Los sindicalistas respondieron con un Plan de Lucha, increíblemente orquestado por Vandor que consistió en la ocupación escalonada, entre mayo y junio de 1964, de 11 mil fábricas, en una operación que involucró a casi 4 millones de trabajadores. El vandorismo demostraba su poder dentro de las organizaciones sindicales.
En el primer semestre de 1964, los sindicatos encabezaron una reorganización del Partido Justicialista. Esto los fue llevando a un enfrentamiento con Perón, amenazado en su liderazgo. El General sabía que Vandor estaba ganando posiciones. El gobierno proscribió al Partido Justicialista pero autorizó a los peronistas a presentarse bajo otro rótulo como la Unión Popular.
El Lobo fue el ideólogo de hacer lanzar miles de tortugas por la calle Florida aludiendo a la supuesta lentitud del gobierno radical. También había sido uno de los impulsores del fallido retorno de Perón en 1962.
Las elecciones provinciales de 1965 definieron el enfrentamiento entre Vandor y Perón. Isabelita, enviada por el General, había venido a la Argentina con el objetivo de alentar a los candidatos peronistas y a repudiar a las formulas vandoristas. El resultado: Perón triunfaba en el escenario electoral y Vandor en el sindical.
Los sindicalistas se mostraron francamente esperanzados con el golpe de 1966, especulando con la permanencia del tradicional espacio para la negociación y la presión. Esto tenía que ver con el amplio campo de tendencias que existían en el gobierno y la falta de un foco claro. En poco tiempo, la represión hacia las protestas sindicales se hará presente. Se sancionó la ley de Arbitraje Obligatorio, que condicionaba la posibilidad de iniciar huelgas.
                El “Operativo Judas”, plan para asesinar a Vandor, fue realizado con meses de antelación. Detallistas, los encargados de perpetrarlo tenían que vulnerar los 20 guardaespaldas del Lobo. Los autores mantuvieron en total secreto el asunto, ya que en dos ocasiones anteriores de intento de asesinato, el líder sindical se había enterado antes del hecho.

                El 30 de junio de 1969 se llevó a cabo la operación que terminó con la vida de Vandor. Los integrantes del operativo ingresaron a la UOM haciéndose pasar por oficiales de justicia. Ingresaron, redujeron a todos los que estaban dentro y fueron puerta por puerta buscando al Lobo al grito de ¿Dónde está Vandor?. El líder sindical, que en ese momento mantenía una charla telefónica con Antonio Cafiero, salió al pasillo a ver que sucedía y recibió dos impactos en pleno pecho. Al girar recibió otro debajo del brazo y cuando cayó dos más en la espalda.
                La autoría del hecho fue reconocida dos años después por el Ejército Nacional Revolucionario, aunque se sabe que este nombre fue ficticio, con el fin de despistar a los servicios de inteligencia. Los implicados en el suceso pertenecían a la organización guerrillera Los Descamisados, que después se fusionaría con Montoneros.

viernes, 18 de noviembre de 2011

Estados totalitarios ficcionarios y reales

Onganía fue gran impulsor de un estado absolutista
       A lo largo de la historia, Argentina ha sido víctima de diversas dictaduras, en distintos contextos nacionales e internacionales. Los totalitarismos comenzaron con el golpe de Estado a Irigoyen en 1930, pero después de 1955 se darán una serie de gobiernos de facto, con breves mandatos semi democráticos en el medio, que se prolongaría hasta la vuelta de la democracia en 1983. La dictadura que encabezó el general Juan Carlos Onganía, en 1966, intentó imponer algo similar a lo que plantea George Orwell en su libro, 1984.
        La inestabilidad del gobierno de Arturo Illia (1963-1966) y la urgencia de los militares de combatir al comunismo conformaban el anticipo del inminente golpe. Un elenco de propagandistas se dedicó a desprestigiar al gobierno, y al sistema político en general, y a enaltecer la figura de Onganía, “última alternativa de orden y autoridad”, como escribió Mariano Grondona en Primera Plana. Un amplio consenso acompañó al golpe del 28 de junio de 1966.
       El nuevo gobierno no tenía una línea clara ni una tendencia coexistente. Lo que sí tenía claro era que era necesario reorganizar el Estado, hacerlo fuerte, con autoridad y sumamente severo. La represión del comunismo era uno de los objetivos de los militares, quienes veían a las Universidades como el refugio de las ideas izquierdistas. Las intervenciones en los sectores educacionales no se hicieron esperar. La intromisión del Estado en las facultades rompió con toda posibilidad de autonomía académica. El 29 de julio de 1966, la policía reprimió duramente a estudiantes y profesores en distintas Universidades, lo que se conoció como “La noche de los bastones largos”.
La Noche de los Bastones Largos, día histórico nacional

      Rápidamente el Estado tomó control de todos los asuntos y ahogó cualquier tipo de oposición. El plan de Adalbert Krieger Vasena, Ministro de Economía y Trabajo, si bien logró arreglar las cuentas del Estado, reducir la inflación y permitió grandes inversiones estatales, también desnacionalizó a una gran cantidad de empresas que veían en el capital extranjero un futuro más próspero. En 1968, las clases empresariales comenzaron a quejarse del autoritarismo de Onganía y empezaron a pensar en una alternativa.
      El Cordobazo, que estalló en 1969, fue un movimiento estudiantil que provocó el inicio de una cadena de masivas protestas que estimularon la caída del ya frágil gobierno. La movilización, que tenía como principal protagonista a Agustín Tosco, fue duramente reprimida por las fuerzas policiales y el Ejército. Este hecho marcó el fin de la dictadura.
      El secuestro y asesinato del ex presidente Pedro Eugenio Aramburu en 1970, perpetrado por Montoneros, también afectó a Onganía. Aramburu era uno de las principales alternativas que los militares barajaban. Entonces, varios sospechaban que ciertos círculos que rodeaban al presidente habían estado implicados en el caso. A principio de 1970 depusieron a Onganía y designaron a Roberto Marcelo Lanusse como mandatario. La dictadura de “La Morsa”, así le decían, quien quería aplicar un gobierno eterno, tuvo un paso fugaz por la Argentina pero la intención de haber implementado un estado absolutista estuvo presente y se vio, con mayor claridad, en los primeros años de gestión.

jueves, 17 de noviembre de 2011

Vivencias de un pasado aterrador

Emiliano Costa fue víctima del terrorismo de Estado
      
         La mejor herramienta para conocer la historia son los testimonios de los que vivieron aquellos hechos a los que uno quiere acercarse. Mas aun, si fueron protagonistas en esos episodios. Emiliano Costa, ex Montonero de 62 años, viudo de Victoria Walsh, hija de Rodolfo Walsh, nos cuenta sus experiencias vividas en aquellos años, su militancia, su opinión sobre la cúpula de la agrupación, la relación Montoneros-Perón y los errores estratégicos que tuvo la organización guerrillera más importante de Latinoamérica en esa época, entre otras cosas.

¿Cómo llega Montoneros a tu vida?
Cómo llego yo, tiene que ver con la historia de nuestro país en esos años y de dónde veníamos. Qué había pasado y qué venía pasando en la sociedad desde unas décadas atrás. Entonces hay que remontarse a unos cuantos años atrás. Las luchas populares, como las represiones, como las formas de ir imponiendo distintas políticas, hay casi un hilo conductor a lo largo de la historia que se expresa enlazado con las circunstancias y las coyunturas internacionales que afectan y que marcan el desarrollo de un país dependiente como la Argentina. Todo tiene un poco su antecedente histórico y su precedente inmediato en  la realidad que va viviendo. La realidad que vivió nuestra generación, la mía, la que hoy tiene alrededor de los 60 no conocimos lo que era la democracia. Lo que vivimos desde muy chicos era la imposición de determinadas políticas y la mayor o menor aceptación de dependencia de los gobiernos civiles pseudodemocráticos, porque en general llegaban al poder condicionados, no tenían nada que ver con la democracia. O sea, se mantenía entonces al gobierno si los sectores dominantes, las fuerzas armadas, la iglesia, estaban de acuerdo con lo que se decía y si no no. Eso fue todas las interrupciones de los procesos muy breves democráticos que se vivieron después de la caída del peronismo en la sociedad argentina. Entonces, la realidad me golpeó a mí, me acercó a mí, a través de las distintas instancias que iba viviendo. Yo empecé una carrera universitaria, después cerraron la facultad por un año. No tenía posibilidades de elegir. Lo único que uno veía y percibía era un país dividido en dos, donde las clases populares planteaban un pasado y vivían un sueño de una sociedad que había sido más justa y los militares como factor de poder decidían qué es lo que se hacía y no se hacía. Entonces en ese marco primero las luchas, las incidencias tanto internacional como nacional, es decir los antecedentes como el Cordobazo, las luchas obreras, sobretodo la resistencia peronista del 55 en adelante. Después los movimientos sindicales y muy inmediatamente lo que era la figura heroica del Che, su muerte en Bolivia, el triunfo de la Revolución Cubana, que había sido como un faro que en realidad se podía luchar contra eso, contra los milicos, contra el imperialismo, que se podía luchar de una manera determinada y eso vinculado a todas estas cosas fue llevando a que la única salida, la única posibilidad que unos veíamos por ahí la mayoría de los jóvenes que estábamos más comprometidos con la realidad, o sea que estábamos buscando una participación, era que la única manera de luchar con la fuerza es la fuerza
Unas de las críticas que se le hizo a Montoneros fue utilizar la violencia y no buscar otra salida a la situación. ¿La lucha armada era la única forma de vencer o había otra alternativa?
No, yo no creo que era la única forma. No sólo creo que no era la única forma sino que no era la forma. Tampoco era el camino y evidentemente no lo fue. Lo que pasa es que nosotros, como generación y en esa época a los 20 años no conocíamos otra experiencia mejor. No vivíamos esos valores. Y era un problema esto también en el marco y en la coyuntura internacional en la región. Entonces yo no lo estoy diciendo como valorizándolo. Nosotros no conocimos otra salida, nos costó mucha sangre, mucho sufrimiento, muchos errores darnos cuenta, algunos, otros quizá nunca lo hicieron, de que en realidad el camino era otro y era muy difícil planteárselo en esas circunstancias. Hoy uno lo ve y lo piensa de otra manera y el camino era otro. También hay que pensar otra cosa y que es no solamente la justificación de la lucha armada y la violencia tampoco está solamente en el resultado inmediato. Yo creo que por ejemplo juzgar lo que fue la muerte del Che en Bolivia por su fracaso como movimiento foco guerrillero en Bolivia es ignorar varias cosas que tienen que ver con su trascendencia en el imaginario, en los sueños, en las utopías universales. La figura trasciende el hecho mismo del triunfo, del éxito o del fracaso inmediato. Inclusive muchas veces puede luchar no porque piense que va a vencer sino porque piense que no tiene otra alternativa más que luchar. Porque hay que resistirse por más que pueda o no pueda vencer. Como ha pasado con el nazismo, con el fascismo o con otro movimiento que era de un poder absoluto y total en un momento determinado y bueno, uno como ser humano tenía la posibilidad de elegir y decir bueno me rindo, me entrego o lucho, resisto aunque sepa que no tenga  posibilidades de triunfar. No es que lo reivindique pensando en las organizaciones armadas y los años setenta. De alguna manera veo hoy autocríticamente no el hecho de que se pudo haber triunfado o se podía haber ganado o no, sino el hecho de que posiblemente el camino era equivocado. Entonces en ese  camino se cometieron muchos errores y uno terminó, no utilizando exactamente los mismos métodos, porque los métodos utilizados por los milicos y por el terrorismo de estado fueron aberrantes y por eso son calificados crímenes de lesa humanidad y los prescriben, utilizando la tortura, la desaparición, sino porque en algún momento determinado responder a la violencia con la violencia solamente nos fue separando de lo que en los mismos sectores populares veían como propio. Además, y esto también es una autocrítica necesaria, aún y a pesar de la imperfecta democracia que era el gobierno de Isabel Perón después de la muerte de Perón, era un gobierno elegido por el pueblo.
¿Cómo era la relación del Movimiento con Perón durante el exilio y luego del retorno?
La relación fue muy cambiante. La relación con Perón primero fue de una gran identificación de ambas partes. Un gran impulso dado por él a la lucha armada a lo que él llamaba las formaciones especiales. Porque Perón llamaba formaciones especiales. Porque tenía una visión desde el movimiento donde la guerrilla o la lucha armada era una formación especial dentro de un dispositivo general. Nosotros en ese momento con otro tipo de ideas veíamos a lo que llamábamos las OPM (Organizaciones Político Militares) como la vanguardia, la conducción de la lucha popular en el terreno y a Perón mas bien como a un líder estratégico puesto en otro sector. Después eso fue hasta que Perón volvió o hasta que se llegó al gobierno con Cámpora.
¿El asesinato de Rucci fue uno de los peores errores estratégicos que cometió Montoneros?
Yo creo que sí. En realidad, yo creo que la muerte de Rucci se da en el marco de una estrategia general. O sea, no es el error. El error es haberse planteado la respuesta a la violencia con más violencia en ese momento dentro del cual estaba englobado lo de Rucci. El error globalmente, porque no fue solamente Rucci fueron otros, otros actos, que se sucedieron y que generaron toda esa situación. La figura de Rucci es más bien emblemática.
¿Qué fue a buscar Montoneros y qué se encontró en la denominada Operación Traviata?
La muerte de Rucci se da en el marco de un nivel de enfrentamiento cada vez mayor y que había tenido el punto más alto con lo que se llamó La Masacre de Ezeiza, el 20 de junio de 1973. Hasta ese momento había sido el desarrollo del crecimiento de la organización. Cada vez más cerca del poder, cada vez más cerca de Perón, del gobierno y ahí por un lado se produjo un punto de inflexión, un quiebre en la historia. Y ese fue un hecho, uno más de esa cadena, del que participaron un montón de personajes de la derecha peronista, entre ellos Rucci y sus secuaces, los matones de la CGT, según lo que fue todas las grabaciones y las escuchas de Rodolfo Walsh en torno al tema. Esto se da en el marco de este enfrentamiento entre la derecha y la izquierda del peronismo, donde se venían sucediendo cada vez más los hechos. Caían de un lado y caían del otro. Caían de ellos y caían de los nuestros. Nuestros locales eran ametrallados todo el tiempo, nuestros militantes masacrados. Lo de Ezeiza fue como un punto culminante. La decisión de actuar matando a uno de los que considerábamos responsables de la masacre de Ezeiza terminó con la muerte de Rucci y generó la agudización de lo que fue el enfrentamiento con Perón.
¿Por qué motivo Montoneros se clandestiniza en 1974?
En septiembre de 1974 Montoneros pasa a la clandestinidad. Ese fue otro gran error inducido por las circunstancias. También, decir hoy en día que fue un gran error, habría que retrotraerse y pensar. Por ejemplo, volviendo a lo de Rucci, después de la masacre de Ezeiza y también inclusive antes, las movilizaciones nuestras masivas, la gente de base, las agrupaciones, los militantes, todos cantaban: “Rucci traidor, a vos te va a pasar lo mismo que Vandor”. O sea, pedían la cabeza de Rucci. Por esta cosa que te digo que íbamos viviendo permanentemente las agresiones violentas de los desplazamientos, los tiroteos, de los sindicatos y de la ultraderecha, llámese CNU, CdeO, todo lo que después conformaron la Triple A. Esto lleva a que este nivel de enfrentamiento hace muy difícil de sostener las acciones legales. Yo era responsable de la JTP (Juventud Trabajadora Peronista) de Capital y miembro de lo que era la regionalidad responsable del local nacional de la JTP, vivía ahí prácticamente. Bueno, tiroteo, granada, cohete, lo que te podés imaginar. Yo supe unos días antes. La mayoría de los compañeros, que estaban en las agrupaciones, que estaban en una fábrica, que estaban en su lugar de trabajo se enteraron por los diarios.
¿Esos hechos significativos, los decidía sólo la cúpula montonera?
Si Fue un error. Primero una cosa que yo creo que también hay una constante en otra cosa que es de alguna manera un cierto desprecio de la Conducción de Montoneros en el fondo por la vida de los militantes de base.
¿Cómo se vivió en ese momento, dentro del Movimiento, la postulación de Isabelita como vicepresidente?
Nosotros como grupo, como tendencia revolucionaria, que era importante masivamente pero no su expresión en el partido nos opusimos a la formula Perón-Perón  y planteábamos una fórmula de unidad nacional que era Perón-Balbín, que era también medio irrealizable. Pero bueno, visto hoy a la luz de la historia lo que había sido el abrazo de Perón con Balbín, y la amenaza de los militares se veía como una cosa posible pero creo que era algo muy irrealizable. Igualmente nosotros nos resistimos totalmente a la formula Perón-Isabel, porque también estaba el tema del Brujo.
¿Qué provocó los cambios de visión de Perón?
Yo creo que hay varias razones, no hay una sola. Pero fundamentalmente yo creo que Perón tuvo un error de cálculo y pensó que podía manejar la situación con su capacidad de conductor sólo. Y en ese sentido no tenía un conocimiento cabal de cuál era la verdadera realidad, la situación acá. Después, su pensamiento era distinto por más que hubiera apoyado y utilizado el tema de las organizaciones armadas para presionar sobre los militares para llegar a las elecciones. Él, como un poco dijo en varias circunstancias, prefería el tiempo y no la sangre. O sea el planteaba un camino por otro lado. Camino que tampoco había que ver si hubiera podido ser posible. Porque en realidad, desde que los milicos tuvieron que entregar el poder empezaron a preparar el golpe de estado para volver a tenerlo. Lo entregaron en un momento determinado porque se le venía encima todo el pueblo, y la derrota y lo tuvieron que hacer pero sin entregar el poder real.
¿En qué año te detienen?
Yo caí en cana varias veces, pero poco tiempo. Pero cuando caí fue en abril del 75, mi detención más larga que fueron casi siete años. Hasta fines del 82.
¿Cómo te enterás que salís y cómo fue?
Ya se concedían algunas libertades. Más o menos ya sabias unos días antes que ibas a salir. La salida era una mezcla de ansiedad y también de no saber lo que iba a pasar cuando salía, una incertidumbre.
¿Vos sabías todo lo que pasaba afuera?
Sí, claro. Ya en ese momento no pasaba tanto. Ya se sabía gran parte de las cosas que habían pasado en la ESMA, los desaparecidos, por ahí no con tanto detalle e información como fue después del juicio a las Juntas pero se sabía todo lo que había pasado en líneas generales. Y todavía el poder lo seguían teniendo los milicos. Inclusive ahí todavía hubo una desaparición, o algún un hecho concreto. Pero digamos, mi sensación fue como entrar a otro mundo. Los olores, la calle. Al principio tenía medio de cruzar la calle, por los autos. Los primeros días que salí daba la vuelta a la manzana.
¿Qué diferencias había entre donde estuviste vos y un chupadero?
Donde estuve yo aun cuando la ley la hacían los milicos, la arbitrariedad, el objetivo era el mismo de destruirnos, el poder era enorme pero había todavía ciertas reglas y ciertas apariencias que debían de alguna manera mantenerse porque éramos públicos. Estábamos ahí con nombres y apellidos, teníamos familiares nos venían a visitar. El primer lugar era eso: tenías un contacto y un cable con la realidad. Tu familia te podía venir a visitar aunque sea una vez por semana o una vez por mes como era en Rawson. Igual te podían matar, te podían torturar, te podían cagar a patadas. Pero todo eso tenía otra repercusión. Inclusive las cárceles fueron visitadas por la Cruz Roja Internacional, la Comisión de Derechos Humanos de la OEA en el 78. En la medida que la dictadura llegada el punto tenia presión tanto de los yanquis, del Departamento de Estado, del organismo para que tratara de poner una cosa de normalización, parar con los movimientos por izquierda y demás, ahí estabas así. En los chupaderos el poder era total. El que estaba ahí dejaba de ser una persona, era un esclavo inclusive hasta los abusos sexuales, las torturas, todo eso y después era la ruptura con la realidad, con tus lazos familiares termina destruyendo toda esperanza de vida y ahí cuando se aniquila el ser humano.
¿A Victoria Walsh la conociste militando?
Si nos conocimos militando en el medio de prensa. Yo era delegado en el diario que trabajaba y ella también era delegada en La Opinión y bueno nos conocimos.
¿Cómo fue lo de tu hija Victoria?
Ella estaba con la madre en una reunión en una casa. Era muy difícil en ese momento moverse con los chicos. A veces se los podía dejar en algún lado pero era difícil hacerlo permanentemente entonces ella ese día estaba con Vicky y tenía 1 año y 2 meses y se quedó a dormir con ella y bueno estaba en el momento en que fueron rodeados, entraron a la casa, la pusieron debajo de un colchón en un baño para que se pudiera proteger y bueno.
¿Qué análisis haces sobre Firmenich?
Mi visión, francamente, es que es un ser despreciable. Esto independientemente de otros factores, tampoco es el chivo expiatorio. Somos responsables todos. Uno no puede decir la culpa de todo la tuvo Firmenich que era un hijo de puta, malo, feo y todos los demás éramos pobres boludos que no sabíamos lo que hacíamos. Entonces parte de toda esa mentalidad era la corresponsabilidad en eso. Ahora yo creo que hay una cosa que no se puede perdonar y es que después no haya habido una verdadera, sincera y profunda autocritica y un arrepentimiento, y una conciencia del daño hecho y la irresponsabilidad con que se condujo a los que eran conducidos, los militantes y demás. Entre ellos el tema de la contraofensiva y miles de temas más, no solamente eso. La soberbia sobre todo es el principal defecto, la principal miseria en alguien que debió haber estado, por lo menos, a la altura de las circunstancias. El Che por lo menos murió combatiendo y entonces hoy se puede juzgar de otra manera. Pero alguien que fue Comandante de la organización guerrillera más importante de América Latina en ese momento, donde miles de jóvenes y no tan jóvenes creían en él, terminar como un tendero que finalmente decimos, bueno se equivocó en un par de cosas y jamás hizo una profunda asunción de errores eso es lo más miserable y lamentable que hay.
¿Galimberti?
Galimberti era un condotieri. Era un tipo con muy pocos escrúpulos y muy hábil, inteligente, carismático y demás pero era un condotieri, un mercenario.
¿Qué crees del caso de Quieto, el juicio que le realiza Montoneros por delator y su condena a pena de muerte por parte de la agrupación?
Lo de Quieto es una cosa bastante compleja y complicada. Creo que era una gran persona con un montón de contradicciones y que sus contradicciones terminaron comiéndolo en un momento determinado. Más allá del tema después de que si traicionó o no traicionó, yo no lo creo. Yo no creo que haya traicionado, de todas maneras el no debió haber estado donde estuvo. Tampoco debió haber caído, el no debió haber caído preso nunca.
Lo de la delación ante la tortura era un tema muy importante en la agrupación. Hasta se llegó a implementar la pastilla de cianuro para combatir ese asunto. ¿Era imperdonable el soplo bajo tortura? ¿Ni siquiera entendible?
Ese tema es uno de los puntos más complejos y hay distintos momentos. En un momento determinado y sobretodo en el 74, a comienzos de todo esto, cuando se ve que el método de los milicos era el ciclo tortura-delación-caída, creo que más que nada ahí la respuesta de la organización fue la misma que lleva en otras circunstancias al aislamiento y la desaparición. En lugar de plantearse cómo enfrentar esa realidad a partir de la realidad hay una respuesta ideológica. Es decir un militante no puede quebrarse, si se quiebra es un traidor. Entonces es negar la realidad y la inmensa posibilidad a disposición que tienen para torturarte. Entonces, muchas de las cosas que la misma organización había establecido como normas, las fue ignorando. Y en definitiva es muy complejo el tema de las torturas y las reacciones que tienen distintas personas en las mismas circunstancias. El tema es que la respuesta al tema de la tortura no debió haber sido la cuestión de juzgamiento, y no haber pasado por esa cuestión ideológica que el que delata, o entrega algo, o no aguanta la tortura es un traidor.
¿Qué opinas del papel y el compromiso que asumieron los medios en aquellos años?
Yo creo que la prensa, los medios, en general, actuaron como el resto de la sociedad. Es decir, la mayoría fueron cómplices por miedo, por conveniencia, y en algunos casos por convencimiento. Creo que los grandes medios siempre fueron empresas con una visión y con un objetivo económico y de negocios, más que de luchar por la libertad, la expresión y demás. Creo que hay excepciones dentro de lo que fue la dictadura que dieron más o menos cuenta de lo que estaba ocurriendo como Buenos Aires Herald, curiosamente uno de los diarios más oligarcas que hay como el diario La Prensa cuyas páginas, algún columnista como Manfred Schönfeld que era tan liberal que luchaba por el respeto a las libertades, denunciaba y sacaba los habeas corpus. Pero después creo que los medios en general actuaron de la misma manera que actuaron siempre. Algunos con una visión y una militancia permanente recalcitrante, junto a los factores de poder: La Nación, vinculada siempre a la oligarquía ganadera y Clarín, que no tenía el poder que tuvo después, pero que siempre fue un medio importante vinculado a los sectores desarrollistas. Frente a eso existió la empresa independiente, la empresa clandestina, que a pesar de todo fue luchando para que se conocieran y trascendieran lo que estaba pasando. Y algunas voces que tuvieron la valentía de poder denunciar. Era muy difícil hacerlo en el país, no te olvides que los milicos secuestraron y mataron a directores de diarios, como Rafael Perrota (El Cronista Comercial), Edgardo Sajón (La Opinión), miembros que integraban el círculo social de los mismos militares.
Uno de los íconos de esto, de levantar la voz, fue Rodolfo Walsh. ¿Cómo era él?
Rodolfo, en mi visión, en mi recuerdo, era un tipo callado, discreto, cálido y al mismo tiempo distante. Siempre pensando lo que decía, y de alguna manera diciendo lo que pensaba con un gran nivel de inteligencia y también un nivel de simpleza importante. Entonces yo creo que Rodolfo Walsh, el Rodolfo Walsh que se arma de él no se lo creería.

miércoles, 16 de noviembre de 2011

Efemérides: El deporte político

Alvear fue un gran propulsor del deporte

     El deporte fue utilizado, en numerosas ocasiones, como herramienta para obtener réditos políticos a lo largo de la historia. En diversos momentos, se destacó el acercamiento de los gobernantes hacia las actividades deportivas, no sólo para realizarlas y fomentar la salud y la vida sana, sino también para lograr adheridos a sus proyectos personales. El deporte, no únicamente en Argentina, es un instrumento importante en la consciencia de la gente y utilizarlo en su favor ha sido el objetivo de muchos políticos. Los personajes más macabros han sido, también, protagonistas en distintos momentos deportivos.

     Benito Mussolini, cuando le ordenó, en el Mundial de 1934, a Vittorio Pozzo (entrenador de Italia) que gane el torneo. Esa Copa del Mundo fue un gran instrumento propagandístico utilizado por parte del Estado. Adolf Hitler y sus Juegos Olímpicos de Berlín 1936 o hasta Rafael Videla, en 1978. El deporte mueve millones de personas y los políticos lo saben. No todos lo usaron como forma de tapar cosas, pero la mayoría lo utilizó como manera de acceder a un beneficio propio. Lamentablemente, la intromisión de la política en el deporte ha causado mucho mal a "la maestra de la vida" como la llamaba Cicerón.

Hitler dando un discurso en los Juegos Olimpicos de Berlín 1936

      Uno de los presidentes que tuvo la Argentina más ligados al deporte fue Marcelo T. de Alvear. Mas allá de las enormes diferencias que lo separan al radical con los personajes mencionados anteriromente, utilizó al deporte como herramienta política también. La "oveja negra" de la elite, así lo llamaban, le dedicaba muchas horas a las prácticas atleticas, la natación, el box y el tiro al blanco. Pero quedará en la historia de otro deporte, por esas cosas de la vida.

      El sábado 16 de noviembre de 1901, hoy se cumplirían 110 años, fue una jornada histórica para el automovilismo argentino. Aquel día, se disputó la primera carrera de automóviles en la Argentina organizada por una Comisión de Damas en beneficio del Asilo Siglo XIX. Juan Cassoulet con un Rochester a vapor, fue el ganador. El automovilista tardó 59 segundos en recorrer 1.000 metros de la pista del Hipódromo Argentina en Palermo con una velocidad de poco más de 73 Kph. Después de dicha competición, se disputó otra con peso libre ganada por Marcelo T. de Alvear sobre el Barón Aarón de Anchorena sobre 3.000 metros.

      A fines del Siglo XIX, Alvear ya se había dado a conocer al participar en la Revolución del Parque, en 1890. El joven radical ya había comenzado a recorres distintos puntos del país, haciendose ver, mostrando interés en la política y en su función. Llegó a ser diputado y luego se ubicó en Francia, para realizar las tareas de Embajador.

      La presidencia de Alvear, 21 años después de la carrera, tuvo altibajos constantes. Gobernó el país entre los años 1922-1928, en medio de los dos períodos que tuvo como mandatario a Hipólito Yrigoyen. El radical, distanciado de Yrigoyen, tuvo la difícil tarea de conducir al país con las heridas de la Primer Guerra Mundial todavía sin cerrar. Si bien el crecimiento fue increíble, la economía continuaba siendo vulnerable. La creación de Yacimientos Petrolíferos Fiscales (YPF) en 1922 y la designación de Enrique Mosconi como director fue uno de los logros más significativos de su gestión.

     Líder de la UCR, estaba en desacuerdo con las intervenciones provinciales a diferencia de su rival dentro del partido, Yrigoyen. En materia de obras públicas se inició la construcción de los ministerios de Hacienda, Obras Públicas, Guerra y Marina.

miércoles, 9 de noviembre de 2011

Efemérides: El Muro

La decisión de levantar el "Muro de la Verguenza" fue de las autoridades de la RDA
El 9 de noviembre de 1989 ha sido testigo  de la caída del Muro de Berlín, paredón de 155 kilómetros de largo y casi 4 mts. de alto que durante 28 años separó a la República Federal Alemana (RFA) de la República Democrática Alemana (RDA). Este hecho marcó un quiebre en la historia, no sólo europea sino mundial. Cansados de la división que le habían impuesto las grandes potencias después de la Segunda Guerra Mundial, el pueblo letón decidió actuar por mano propia y una gran cantidad de gente fue con martillos y mazas a derribar el Muro.
La caída no fue sólo material, sino también ideológica. Provocó el cese del sistema de relaciones internacionales caracterizado por el enfrentamiento entre dos modelos ideológico-políticos opuestos: el capitalismo, representado por Estados Unidos y el comunismo, representado por la URSS. Al período que va desde el fin de la Segunda Guerra Mundial en 1945 y hasta 1989 se lo conoce como el de la Guerra Fría.
Los berlineses del Este y Oeste se mantuvieron separados, sin poder traspasar la barrera que se les había forzado. Las cifras de la cantidad de muertos durante la existencia del Muro son confusas. Los investigadores del Centro de Investigación Histórica de Potsdam presentaron datos que hablan de una cifra que asciende, por lo menos, a 136 víctimas aunque la Fiscalía de Berlín opina que fueron 270, 33 producto de las explosiones de minas que rodeaban el lugar. El 3 de octubre de 1990, la República Democrática Alemana se unió a la República Federal y dejó de existir luego de cuatro décadas de subsistencia.
El presidente Nicolás Sarkozy, admitió haber estado presente el día que se derrumbó el Muro aunque rondan muchas suspicacias con respecto a las declaraciones del mandamás francés, y la prensa lo desmiente. Sarkozy dice que viajó a Alemania como secretario general adjunto del RPR (Reagrupamiento por la República), un partido político de ideología conservadora. Los medios franceses no creen en la historia y dicen que el mandatario estuvo una semana después del hecho.

Sarkozy en el muro. Hay dudas sobre su presencia durante el derrumbe.

En medio de esta situación, hubo un episodio sumamente histórico. El Mundial de Alemania 1974 fue testigo fiel del enfrentamiento entre la RFA y la RDA por la definición del grupo 1. La Alemania del Este llegaba con la clasificación en el bolsillo, le había ganado 3-0 a Australia y 1-0 a Chile, mientras que los del Oeste a pesar de haber empatado 1-1 con Chile y haber derrotado 2-0 a los australianos todavía no tenían el pase a la siguiente ronda asegurado.
El partido había sido víctima de numerosas hipótesis. El estadio se encontraba rodeado de francotiradores en el techo, por la amenaza de bomba que se rumoreaba si la Alemania Democrática vencía. Jürgen Sparwasser fue el ídolo de la jornada. El jugador de la RDA fue quien a los 77 minutos convirtió el único gol del partido y le dio la victoria a su equipo. Algo que en las vísperas del encuentro no estaba en los planes de casi nadie. Por cosas del destino, la derrota beneficio a la RFA ya que el segundo puesto que consiguió en el grupo le brindó una próxima instancia más accesible que a su rival.
Los capitanes Franz Beckembauer (RDA) y Bernd Bransch (RFA) se saludan antes del partido
En dicho mundial, la República Federal Alemana se consagraría campeón venciendo a la recordada Holanda de Johan Cryuff, La Naranja Mecánica y su fútbol total.  En 1990 iban a disputar otro encuentro como forma de finalizar la rivalidad y darle inicio a la reunificación, pero los disturbios provocados por ambas parcialidades impidió que se realice.
Once meses tuvieron que transcurrir, luego de la caída del Muro, para que tenga lugar la reunificación de Alemania. En 1990 se realizo la “unidad en libertad” bajo la aprobación de Estados Unidos, la Union Sovietica, Gran Bretaña y Francia, lo que quedo plasmado en lo que se conoció como el Tratado 2 + 4.

viernes, 4 de noviembre de 2011

Un acercamiento con el Malo

Cristina y Obama intentarán reforzar la relación entre ambos países
             La presidente Cristina Fernández de Kirchner y su par estadounidense, Barack Obama, se comprometieron a trabajar en conjunto para “construir” una relación bilateral fuerte y unida. Tras esta noticia, me surgieron dos sentimientos totalmente opuestos, aunque uno más fuerte que el otro. Entiendo el posible crecimiento económico que se podría llegar a obtener, estos asuntos son siempre impredecibles, por un lado. Por el otro, es tal la antipatía que ha creado en mí Estados Unidos a lo largo de la historia que ha puesto  en dudas sus intenciones, siempre beneficiarias a su imperio.  A continuación, recordaremos algunos puntos de su macabro comportamiento con respecto al mundo y, por supuesto, a Argentina.
A lo largo de la edad contemporánea, Estados Unidos vio cómo su economía se ensanchaba y su país se convertía en potencia mundial y “ejemplo” para todas las demás naciones.  Con el afán de auto endiosarse, no tuvieron escrúpulos a la hora de invadir países o declararles la guerra, colocar gobiernos de facto o manejar los medios de comunicación.
El primer punto es una historia conocida. EEUU siempre tuvo la necesidad de inventar un enemigo al cual poder atacar y, de paso, extraer sus riquezas. En su momento lo fue la Unión Soviética, que luego de la caída del Muro de Berlín en 1989 vio como sus fuerzas se desvanecían y caían en manos de las estadounidenses. El capitalismo derrotaba al comunismo, aunque no por completo. La ideología que pregonaba la Unión Soviética sobrevivió a las garras del imperialismo estadounidense tanto en Cuba como en China y Vietnam, por lo menos en la teoría, ya que ninguno de los tres gobiernos practicaba íntegramente el comunismo.
La revolución cubana que en 1959 derrocó al dictador Fulgencio Batista no estaba integrada por jóvenes del Partido Comunista. Además Cuba tuvo que aceptar capitales extranjeros en el ámbito turístico debido a su delicada economía, producto del bloqueo comercial que le había impuesto Estados Unidos. Por su parte, China y Vietnam se acercan más al capitalismo que al comunismo en la práctica. En la teoría el comunismo sobrevivió, pero no en la práctica.
Lamentablemente, para un país subdesarrollado, las ideas que un político va a proponer en dicha nación tienen que tener como protagonista principal a Estados Unidos y a Gran Bretaña. Entre ellos, manejan los hilos de gran parte del planeta a su antojo.
En medio de la Guerra Fría, los norteamericanos tuvieron un nuevo rival, Vietnam. Entre 1964 y 1973, EEUU apoyó a Vietnam del Sur en el enfrentamiento que mantuvo con Vietnam del Norte, auxiliado por la URSS. Ante la férrea defensa de los vietnamitas del norte, la presión de la opinión pública y diversos tratados de Paz, Estados Unidos se vio obligado a retirarse de la contienda. Este hecho está marcado como la primera derrota de los norteamericanos en un enfrentamiento militar. La guerra siguió unos años, hasta que en 1975, Vietnam del Norte tomó el poder del país e instauró un gobierno comunista.
Los enemigos de esta era son Afganistán e Irak, este último por poseer grandes cantidades de petróleo, el oro de la época. El atentado contra las torres gemelas el 11 de septiembre de 2001 en Nueva York, fue el motivo para que Estados Unidos haya invadido el país árabe, extraído el petróleo y asesinar a su pueblo. Un atentado en el cual rondan muchas suspicacias. Paredes de los edificios caídos como en una demolición (hacia adentro), la familia Bin Laden saliendo del país pocos días después de la tragedia y la clara muestra de los únicos beneficiados de todo esto, las grandes empresas petroleras y los clanes familiares.
Estados Unidos, presidido por George W. Bush y en medio de la ceguera que crea el dinero y el poder, no sólo invadió Afganistán sino también lo hizo en Irak, un país que nunca los había atacado a ellos. A pesar de eso, los militares estadounidenses no tuvieron el menor de los miramientos a la hora de asesinar a la población iraquí, entre ellos bebés, discapacitados o ancianos con la simple excusa de que había que eliminar el terrorismo en el mundo. Esto no parece realmente una guerra. Primero cayó Kabul y luego la sucedió Bagdad entre terror, espanto y lágrimas. En cuanto al objetivo militar, el enfrentamiento ha tenido un resultado menor al esperado. Lo que EEUU no se puede permitir es una nueva derrota como en Vietnam, por lo tanto mudó la idea de ganar la guerra por la de no perderla.
 Barack Obama, actual presidente de Estados Unidos, había incluido en su plataforma política la salida de las tropas militares de Irak, algo que todavía no cumplió. Más allá de que la cantidad de soldados habitando en el país asiático es menor que cuando asumió, las fuerzas americanas y el dolor aún persisten. La sanguinaria aventura militar se cobró la vida de 4.400 soldados, más de 30.000 uniformados heridos y ha valido más de 736.000 millones de dólares. Habiendo millones de personas que mueren de hambre, Estados Unidos destina una increíble cantidad de dinero en una guerra que sólo genera beneficio propio, una clara muestra del individualismo que caracteriza a los gobiernos norteamericanos. George Bush, un personaje ignominioso para gran parte de la población mundial, fue uno de los principales protagonistas de esta masacre.
Lo único que dejó Irak, como todas las guerras, fue dolor.

El segundo punto se trata sobre la imposición de gobiernos de facto por Estados Unidos o dictaduras que recibieron el apoyo de EEUU, ayuda prácticamente vital para que un totalitarismo perdure en esta era.
En Argentina, el Proceso de Reorganización Nacional que derrocó a María Estela Martínez de Perón el 24 de marzo de 1976 recibió apoyo económico y armamentístico por parte de los Estados Unidos. Además, bajo la Doctrina de Seguridad Nacional, los norteamericanos implementaron totalitarismos en Brasil con Geisel, en Paraguay con Stroessner, en Uruguay con Bordaberry y en Chile con Pinochet. La DSN expresaba la necesidad de instalar el orden en Latinoamérica, una excusa para que EEUU meta sus narices en esta zona.
Por su parte, Alfredo Stroessner, dictador paraguayo durante 35 años (1954-1989), mantenía una buena relación con el gobierno estadounidense. La pregunta era: ¿Por qué Estados Unidos se preocuparía por un territorio tan chico como Paraguay? El país guaraní se encuentra entre Brasil y Argentina, las dos potencias de America Latina, y ese podría ser un buen asentamiento para las garras del comunismo y desde allí expandirse.
En el libro El gran supremo de Bernardo Neri Farina, una gran biografía de Alfredo Stroessner, el periodista explica la relación que tenía el dictador paraguayo con el ex presidente estadounidense Dwight David Eisenhower. “Eisenhower fue un aliado más a Stroessner a quien trataba de mi “leal amigo” y llenaba de recursos económicos para tentar el crecimiento del Paraguay. Entre 1954 y 1960 el Paraguay recibió aproximadamente 30 millones de dólares de ayuda norteamericana, una cifra fabulosa para aquellos tiempos.”. Que ironía del destino, “leal amigo”. Hoy Obama catalogó a Cristina como su “amiga”.
La dictadura de Augusto Pinochet también recibió favores por parte de Estados Unidos. Primero para derrocar al gobierno del inolvidable Salvador Allende y luego para mantenerse en el poder por casi 17 años (1973-1990). El primer indicio del acercamiento a un golpe de estado en Chile fue el asesinato del Comandante en Jefe, el general René Schneider, un gran apoyo de Allende en el ejército. En el documental denominado Salvador Allende, el embajador estadounidense en ese momento en Chile, Edward Korry, habla sobre el apoyo brindado por parte de EEUU para perpetrar el golpe. Aquí trasladamos una parte de la entrevista que brindó Korry.
¿Cuál fue la reacción de Richard Nixon ante la elección de Allende?
Bueno, yo no estaba allí pero sí que puedo relatarle los hechos que ya conocemos hoy. Ordenó a la CIA que no permitiera que Allende asumiera la presidencia.
¿Cómo?
Exactamente no lo sé, solo sé que expresó su deseo de no permitir que Allende asuma la presidencia y le comunicó a la CIA que hiciera todo lo que tuviera al alcance de su mano
¿Y eso incluía un golpe militar?
Sin lugar a dudas incluía un golpe militar. De hecho en cuanto Allende ganó las elecciones quisieron que yo presionara a la derecha militar chilena. Después de aquello, tres de los generales más importantes se reunieron con nuestro agregado militar, Goldman, para preguntar cuál era la posición de Estados Unidos y pidieron su apoyo para perpetrar el golpe de estado.
Cuando se habla de la muerte del general Schneider y el papel de la CIA, hoy se sabe que se trasladaron armas y municiones desde Washington a Chile por medio de una valija diplomática. ¿Tenía conocimiento de eso?
Claro que no. Porque cuando Kissinger y el presidente de la CIA testificaron ante el Comité, un Comité ante el que no se me permitió testificar, dijeron que no metan en esto al embajador, no se lo cuenten. Pero yo lo supuse.
¿Qué le dijo Nixon cuando se reunió con él en la Casa Blanca?
Me saludó cálidamente y le dijo a Henry (Kissinger): “El embajador nos cuenta todo tal y como es”. Y empezó a soltar un discurso de cinco minutos sobre cómo iba a aplastar a Allende. No paraba de golpear su puño contra la mano. Y que lo destruiría y lo hundiría económicamente. Que iba a exprimirlo económicamente.
El 11 de septiembre de 1973 un golpe militar comandado por Augusto Pinochet y Estados Unidos desde las sombras, derrocó a Salvador Allende, quien ante la pérdida del poder y el asedio de los militares se suicidó. El mundo perdía, nuevamente, a un gran idealista.
Salvador Allende, aliado de Cuba, había desafiado a Estados Unidos

Las dictaduras en Latinoamérica sólo propiciaron retrocesos, injusticias y muertes. El Plan Cóndor fue uno de los acuerdos más terribles y horrorosos que se hizo entre distintos países. Promovido por el gobierno militar de Chile, el Plan Cóndor básicamente consistía en una labor conjunta entre Chile, Argentina, Paraguay, Brasil, Uruguay y Bolivia, con la ayuda incondicional de la CIA, para eliminar, cueste lo que cueste, al comunismo, el marxismo y la izquierda. Para los exiliados ya no era un lugar seguro ni siquiera un país limítrofe, por lo que tenían que buscar sus asentamientos en sitios más alejados de sus tierras. Otros fueron capturados en su exilio y devueltos a su país natal. Una época aterradora de América Latina en la cual la zona se vio claramente perjudicada tanto económica como socialmente. Los hilos del títere los manejaba EEUU.
El tercer y último punto se trata sobre los manejos de Estados Unidos dentro de los medios de comunicación. El periódico y la radio fueron una innovación en su momento. Con la llegada de la televisión, los medios comenzaron a tener mayor influencia sobre la sociedad. Y con el arribo de la Internet, los gobiernos supieron que manejar los medios era manejar una gran parte de la población. Por lo tanto, los mandatarios estadounidenses, con ayuda de los clanes familiares y las megas corporaciones petroleras, manipularon la información complaciendo siempre sus necesidades. Muchos dictadores utilizaron a los medios como instrumentos de propaganda y muchas veces, el periodismo cedió su dignidad y su credibilidad por el mísero valor del dinero.
La guerra de Vietnam fue uno de los comienzos del periodismo de guerra. A través de imágenes por la televisión, la sociedad estadounidense se enteraba de cómo su país iba en la guerra. Debido a que el resultado de dicha contienda no fue favorable para Estados Unidos, se callaron muchas voces con respecto al tema y cada vez se habló menos de la derrota sufrida por el ejército americano en manos de los vietnamitas.
Algo similar ocurrió con la Guerra de Malvinas que tuvo como protagonistas a Argentina e Inglaterra. En 1982, nuestra nación era presidida por uno de los personajes más macabros de la historia nacional, Leopoldo Galtieri. Dicha guerra fue el manotazo de ahogado que intentó una dictadura en plena agonía. En medio del pánico y el malestar social, Galtieri envío al enfrentamiento a jóvenes sin experiencia que tenían enfrente a un ejército más preparado y con una diferencia de armamentos increíble. El título “Estamos ganando” que utilizó la revista Gente, dirigida por Samuel Gelblung, reflejaba la posición que tomó la prensa en aquellos años. Lamentablemente, la única información que tenía la sociedad era esa. La Guerra de Malvinas fue clave para la caída del régimen totalitario y la vuelta de la democracia.
La batalla de esta era contra Afganistán e Irak tuvo todo un movimiento periodístico detrás. Mientras Bush se llenaba la boca en sus discursos, amenazando al terrorismo, a Bin Laden y a Al Qaeda, los medios de comunicación impregnaban el miedo y el caos en toda la nación americana. En el documental dirigido por el gran cineasta Michael Moores que trata sobre el atentado a las Torres Gemelas, se puede ver fracciones de noticieros estadounidenses que trasmiten pavura, angustia y odio hacia el terrorismo. El ejército aprovechaba y reclutaba soldados jóvenes para la aventura militar de Bush y sus amigos en el continente asiático.
Si la prensa hubiese sido más valiente, generosa y eficaz habría desenmascarado a muchos maléficos personajes de la historia. Pero no lo pudo lograr, y hay misterios que todavía siguen en las sombras. Injusticias que no se logran escuchar, voces que intentan romper el silencio sin poder quebrarlo.
Estados Unidos es uno de los mayores responsables de la terrible pobreza que existe en el mundo, de las innumerables injusticias que se cometen a diario en nuestro planeta y de las peores atrocidades que se han cometido en estos tiempos.